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Con el fin de proveer un servicio de abastecimiento del recurso hídrico de calidad que asegure el bienestar de los usuarios, los entes operadores deben realizar e interpretar análisis de calidad del agua. Existen cinco niveles de análisis de calidad de agua, según el artículo 8 del Reglamento para Calidad del Agua Potable N° 38924-S:

Al desarrollar los análisis anteriormente mencionados, se debe generar un protocolo el cual contenga los siguientes rubros:

La periodicidad de los reportes operacionales y análisis depende del número de habitantes que consuman del acueducto; por lo que la cantidad varía considerablemente según el tamaño del acueducto.

Realizar análisis de calidad del agua representa una herramienta importante para asegurar la salud de aquellas personas que consumen el recurso, por ejemplo; si el agua está contaminada con coliformes fecales o e-coli, es posible que se provoque un brote de enfermedades entéricas como diarrea y vómito en la población que la consuma. Otros compuestos químicos pueden provocar enfermedades crónicas en la población. Un ejemplo importante a nivel país fue los altos contenidos de arsénico en la provincia de Guanacaste, la cual fue relacionada con insuficiencia renal en la región.  En casos donde se sospecha contaminación, el Ministerio de Salud puede solicitar la realización del nivel cuarto (N4) en busca de un compuesto en específico, destacando los agroquímicos en zonas con alta producción agrícola. Un ejemplo de contaminación por agroquímicos a nivel país, fue el cierre de nacientes para las comunidades de La Francia, El Cairo y Siquirres por debido a la contaminación de Bromacil, agroquímico utilizando en el cultivo de piña. Vale destacar que, en la mayoría de los casos, los metales analizados (N2 y N3) se encuentran en bajas cantidades que no provocan efectos agudos, sin embargo; pueden provocar efectos crónicos debido a su exposición continua.

La realización de los análisis de calidad de agua no es suficiente por sí sola, es necesario realizar una interpretación de los resultados obtenidos con el fin definir si hay algún compuesto fuera del rango permitido por ley, cuales son sus posibles causas y consecuencias en la salud de la población y el debido tratamiento para la remoción de los compuestos contaminantes. En adición a esto, se recomienda a los entes operadores realizar una identificación de los posibles focos de contaminación tanto en la zona de recarga de las fuentes de abastecimiento como en puntos clave de la red de distribución, tanques de almacenamiento, quiebra gradientes, etc. Y que se realicen medidas correctivas que disminuyan el riesgo de contaminación aumentando la vida útil del sistema de distribución de agua potable.

En conclusión, los análisis de agua potable son fundamentales para la buena gestión de un acueducto, pero su realización requiere una interpretación profunda que derive un plan de acción. Es erróneo tomar los análisis de calidad de agua como un simple requerimiento legal, debido a que sus resultados pueden tener graves consecuencias a la salud de la población.

Elaborado por Laura Chavarría, Ingeniera ambiental de Hidrogeotecnia Ltda.
15 de febrero del 2019